Berta Cáceres |
Pudiste sembrar los hijos
amamantar la tierra
y parir un hombre
que amara el reverso de tu piel
pero no te alcanzaba
saliste a gritarle al viento
y tus palabras mancharon los espejos de los poderosos
y mojaron de savia nueva las manos de las gentes buenas
tu voz hizo camino
y brilló en otras gargantas
que hoy silban tu nombre como bandera de justicia.
L.C.
y tus palabras mancharon los espejos de los poderosos
y mojaron de savia nueva las manos de las gentes buenas
tu voz hizo camino
y brilló en otras gargantas
que hoy silban tu nombre como bandera de justicia.
L.C.
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