martes, 18 de mayo de 2021

Sabrina y mamá

Cuántas veces vimos “Sabrina” acodadas en la mesa del comedor, mientras comíamos jalea de membrillo casera a cucharadas y nos emocionábamos con esa historia romántica, cursi y de final previsible.

La hija del chofer, enamorada del niño de la casa se hacía dueña del futuro, del apellido y de la fortuna, claro, y todo por amor.

Sabrina era Adrew Hepburn, bella, elegante, cercana y querible.

Y más allá de la historia nosotras compartíamos complicidades. 

Como nos pasaba con Cary Grant, tu preferido y por ende el mío porque por aquella época admiraba todo lo que hacías, eras y te agradaba.

“Angustia de un querer”, con él y Débora Kerr, era otro de nuestros clásicos. Aquella cita en el Empire State me marcó para siempre. Estoy convencida de que cuando visite New York subiré al piso 100 y cumpliré con ambas.

Gracias mamá por colorear y condimentar mis días y por enseñarme que en la cazuela de la vida pueden mezclarse, sabiamente y al unísono, lo frívolo, lo profundo, la caricia, el silencio, la mano extendida, el grito…

Gracias por arroparme cada noche y por tu sonrisa al besarme cada mañana…

Más allá de la línea de la muerte te llevo en mí para siempre jamás. 

Finalmente eso es lo que ocurre entre madres e hijas, no?

#demadresehijas #mamá #sabrina #amorincondiconal

No hay comentarios:

Publicar un comentario