jueves, 2 de enero de 2014

Ausencia y no tanto

a mamá
Que sepas que una mañana
de abril o mayo… no sé,
entre escaleras de risas, 
que sepas, me esconderé, 
en el borde del abismo,
en tu falda y su doblez, 
en remansos de agua pura, 
en palabras cascabel.

Por caso voy anunciando
como canciones de ayer,
mariposas encantadas
en relojes de papel
y remolinos de plata,
nostalgias en macramé.

Las ondas de tu cabello
ya quisiera recorrer
y trepar a tu infinito
en paraguas de oropel,
reflejarme en la hermosura 
de tus ojos praliné,
delantal almidonado, 
dulce de luna y pastel.

Que sepas que una mañana
los sueños atraparé.
                                 L.C.

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