
memoria distraída la de los surcos blancos
pregunto al viento porque a dios no le conozco
si fue ayer cuando me enredaba en tus cabellos
cuando tus palabras eran sirenas que bailaban
cuando no existían los relojes
y sólo tu abrazo en do mayor
y esa necesidad de los cuerpos
y de las almas
de olerse a cada rato
Luz Cassino
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